miércoles, 25 de marzo de 2009

ELIMINACIÓN DE DESECHOS METABÓLICOS: EXCRECIÓN

Osmorregulación y sistema excretor
El contenido de agua del cuerpo, así como la concentración y distribución de los iones son regulados por un mecanismo denominado osmorregulación. Los protozoarios de agua dulce tienen vacuolas contráctiles que bombean periódicamente el exceso de agua que penetra por vía osmótica en la célula. En muchos organismos, las mismas estructuras que liberan al cuerpo del exceso de agua e iones suelen estar adaptadas para la eliminación de los desechos metabólicos. Dichos órganos integran el sistema excretor.
Un sistema excretor ayuda al mantenimiento de la homeostasis llevando a cabo las siguientes funciones:
· Excreción de los desechos metabólicos
· Osmorregulación (regulación del contenido de líquidos y sales del cuerpo)
· Regulación de las concentraciones de casi todos los constituyentes líquidos.

A tales fines los órganos excretores colectan líquidos (generalmente tomándolos de la sangre o el líquido intersticial) y luego modifican su composición al resorber las sustancias aún necesarias para el organismo. Finalmente, el producto excretorio definitivo (la orina) es expulsado del cuerpo.

Eliminación del bióxido de carbono
Los animales sólo tienen un producto gaseoso de desecho, el CO2, que puede ser eliminado directamente a través de la membrana celular, como ocurre en los protozoarios y animales de organización sencilla (cnidarios, platelmintos, etc.), a través de las tráqueas, como en los insectos, o bien a través de la sangre y de esta a la piel, branquias o pulmones.
En este último caso, al incorporar CO2, la sangre arterial se transforma en sangre venosa, que pasa a los pulmones donde por difusión el bióxido de carbono es expulsado al exterior.