miércoles, 25 de marzo de 2009

REPRODUCCIÓN

El proceso de reproducción a nivel del organismo entero constituye una característica indispensable para la perpetuación de los seres vivos y de la especie; a nivel orgánico está representada por la multiplicación celular, y a nivel molecular, la reproducción es el resultado de la capacidad de los ácidos nucleicos para autorreplicarse.
En la naturaleza se dan dos tipos fundamentales de reproducción: sexual y asexual.
En la reproducción sexual intervienen los gametos o células sexuales que al unirse originan el cigoto o huevo a partir del cual se inicia el desarrollo del nuevo individuo.
En la reproducción asexual también llamada vegetativa, un solo progenitor se multiplica por desprendimiento de una célula o de una porción de su cuerpo capaz de formar un individuo completo. La descendencia, en este caso, tiene características hereditarias idénticas a las del progenitor, pues no hay intercambio de material genético de ningún tipo y, por tanto, no hay variabilidad en la descendencia.