Las arquebacterias (Archae, antiguo) son tal vez las células vivas más primitivas que se conocen, sus paredes celulares carecen de la sustancia llamada peptidoglucano que sí está presente en todas las eubacterias.
Las arquebacterias fotosintéticas utilizan el pigmento bacteriorrodopsina en lugar de la bacterioclorofila empleada por las eubacterias.
Todas las arquebacterias viven en ambientes tan extremos que no puede sobrevivir ningún otro tipo de organismo, lo que ha llevado a pensar que estas primitivas móneras evolucionaron en una época es que estos ambientes extremos eran comunes de la Tierra primitiva.
Un grupo llamado metanógenas habitan en ciénegas y pantanos donde producen metano a través de quimiosíntesis anaeróbica.
Las halofílicas (afines a la sal) viven en regiones con concentraciones elevadas de sal, como en el Mar Muerto de Israel.
Las termoacidófilas, se desarrollan en manantiales térmicos y respiraderos volcánicos en condiciones de alta temperatura y pH bajo.
Para fines didácticos, se dividirán las eubacterias en dos Phyla: Cyanophyta y Schizophyta.
Phylum Cyanophyta
Las cianofitas (kyanos, azul) son las llamadas algas azul-verde, poseen clorofila y un pigmento azul llamado ficocianina, pueden existir solas, en forma de filamento o en colonias pequeñas.
Aunque no tienen cloroplastos, realizan fotosíntesis liberando oxígeno. Es bien sabido que hace unos 2 mil millones de años, las cianofitas realizaron uno de los mayores cambios que ha sufrido nuestro planeta: el incremento de la concentración de oxígeno atmosférico desde un porcentaje inferior al 1% a cerca del 20%, sin esta concentración, ni los animales ni el hombre hubieran evolucionado. Resultan además muy importantes por ser capaces de fijar el nitrógeno libre, elemento necesario para la formación de aminoácidos, y desempeñan un papel importante manteniendo la fertilidad de los campos de arroz inundados.
Las cianofitas habitan en ríos, mares, lagos, pantanos, aguas termales y lugares en donde las bajas temperaturas congelan el agua. En los depósitos de agua si se dejan crecer sin control se vuelven tan abundantes que dan un mal sabor al agua.
Entre los géneros más representativos de estas algas están: Gleocapsa, Oscillatoria, Nostoc y Spirulina.
Phylum Schizophyta
Incluye a las bacterias o esquizofitas, cuya división celular es por amitosis o división directa (schizein, dividir), son seres cosmopolitas, es decir que habitan en todos los lugares de la biosfera.
Se conocen y clasifican por su forma en 3 grupos:
1. Coccus o cocos, bacterias esféricas
2. Bacillus o bacilos: cilíndricas o bastoncillos
3. Spirillum o espiraladas: filamentos en espiral
Cocos: son esféricas, pueden vivir aisladas o agrupadas en pares o diplococos (Diplococcus pneumoniae, causante de la pulmonía bacteriana), en racimos o estafilococos (Staphylococcus aureus, que vive sobre la piel y puede producir erupciones) y en forma de cadena o estreptococos (Streptococcus thermophilus que se emplea para hacer yogurt).
Bacilos, bacterias en forma de bastón, ejemplos: Salmonella typhi (causante de la tifoidea), Mycobacterium tuberculosis (causante de la tuberculosis).
Espiraladas, pueden ser: a) espirilos, en forma de “coma” (Vibrio comma, bacteria causante del cólera) o b) espiroquetas, bacterias con muchas espirales (Treponema pallidum, bacteria causante de la sífilis)
Las bacterias presentan 4 estructuras celulares características:
1. Cápsula con función antígena y de adhesión
2. Pared celular, mantiene la forma y protege a la bacteria de las variaciones osmóticas del medio
3. Membrana plasmática: controla la entrada y salida de materiales del citoplasma
4. Citoplasma, no contiene organelos membranosos, presenta ácidos nucleicos, cromosomas bacterianos y en algunas, pigmentos fotosintéticos.
Las bacterias se reproducen y crecen de acuerdo a condiciones favorables, para ello, requieren de agua; al igual que otras células, en un ambiente seco, se deshidratan e inactivan; necesitan además, una fuente de energía, por lo que obtienen su alimento de diferentes formas, siendo algunas saprofitas, es decir, degradan la materia muerta y los desperdicios de plantas y animales, devolviendo minerales y nutrientes al terreno, de lo contrario, los cadáveres y desperdicios se acumularían hasta el agotamiento de las posibilidades de la vida.
Las bacterias heterótrofas parásitas no poseen determinados sistemas enzimáticos por lo que dependen de otros organismos provocando enfermedades y en ocasiones la muerte del huésped.
Existen bacterias autótrofas que sintetizan sustancias a partir de sustancias inorgánicas sencillas, como por ejemplo, las bacterias quimiosintéticas, que emplean moléculas oxirreductoras como fuente de energía, las bacterias fotosintéticas poseen un pigmento llamado bacterioclorofila, de estructura molecular parecido a la clorofila de las plantas verdes.
La mayor parte de las bacterias son aerobias por utilizar oxígeno del agua o del aire para respirar. Cuando pueden vivir en presencia o ausencia de oxígeno libre se llaman anaerobias facultativas, y si solo crecen en ausencia de oxígeno, se denominan como anaerobias estrictas, estas obtienen energía a partir de carbohidratos y al final de su proceso producen alcohol o ácido láctico.
Tétanos, gangrena y botulismo, son algunas enfermedades ocasionadas por bacterias del género Clostridium, bacterias anaerobias estrictas.
Algunos efectos nocivos de las bacterias al hombre son: enfermedades, descomposición de alimentos, deterioro de madera, telas y pieles.
Dentro de los efectos benéficos de las bacterias tenemos: la degradación de las sustancias químicas que plantas y animales necesitan para vivir, si no se reciclaran, no estarían disponibles para usarse. El carbono, azufre, nitrógeno y fósforo son elementos que las bacterias reciclan continuamente. Algunas bacterias viven dentro de organismos y los ayudan (mutualismo), Escherichia coli vive en los intestinos de humanos sintetizando vitaminas; los bovinos se benefician con las bacterias que viven en su aparato digestivo al degradar la celulosa de la hierba.
Varias compañías farmacéuticas emplean bacterias para producir medicamentos; la ingeniería genética emplea bacterias para la producción de insulina.
Las bacterias también limpian áreas en las que hay desperdicios tóxicos. Muchos alimentos como el yogurt, el queso y el vinagre, son productos de la acción bacteriana.
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