LÍPIDOS
Los lípidos son biomoléculas orgánicas formadas básicamente por carbono e hidrógeno, y oxígeno. Además pueden contener fósforo, nitrógeno y azufre. Es un grupo de sustancias muy heterogéneo que sólo tienen en común dos características:
a) Son insolubles en agua
b) Son solubles en disolventes orgánicos, como éter, cloroformo, benceno, etc.
Los lípidos desempeñan cuatro tipos de funciones:
Función de reserva: Son la principal reserva energética del organismo. Un gramo de grasa produce 9.4 kilocalorías en las reacciones metabólicas de oxidación, mientras que las proteínas y glúcidos solo producen 4.1 kilocalorias/g.
Función estructural: Forman las bicapas lipídicas de las membranas. Recubren órganos y le dan consistencia, o protegen mecánicamente como el tejido adiposo de pies y manos.
Función biocatalizadora: En este papel los lípidos favorecen o facilitan las reacciones químicas que se producen en los seres vivos. Cumplen esta función las vitaminas lipídicas, las hormonas esteroideas y las prostaglandinas.
Función transportadora: El transporte de lípidos desde el intestino hasta su lugar de destino se realiza mediante su emulsión gracias a los ácidos biliares y a las prostaglandinas.
Los constituyentes de los lípidos son los ácidos grasos que desde el punto de vista biológico se consideran moléculas formadas por una larga cadena hidrocarbonada de tipo lineal y con un número par de átomos de carbono. Tienen en un extremo de la cadena un grupo carboxilo (-COOH). Se conocen aproximadamente 70 ácidos grasos que se pueden clasificar en dos grupos:
Ácidos grasos saturados que solo tienen enlaces simples entre los átomos de carbono, por ejemplo el mirístico (14C); el palmítico (16C) y el esteárico (18C).
Ácidos grasos insaturados tienen uno o varios enlaces dobles en su cadena y sus moléculas presentan codos, con cambios de dirección en los lugares donde aparece un doble enlace, por ejemplo el oleico (18C, un doble enlace) y el linoléico (18C), que se encuentran en aceites vegetales de oliva, maíz, soya, girasol etc.
Los lípidos son una gran variedad de moléculas, que comparten dos características importantes:
a) Contienen grandes regiones compuestas casi por completo de H y C, con enlaces no polares de carbono-carbono de carbono-hidrógeno.
b) Estas regiones no polares hacen que los lípidos sean hidrofóbicos e insolubles en agua. Algunos lípidos más complejos cumplen funciones importantes en los seres vivos, como los fosfolípidos, formadores de membrana celular o los esteroides, que derivan en hormonas y vitaminas liposolubles.
Muchos lípidos son moléculas de almacenamiento de energía.
Algunos forman capas a prueba de agua tanto en plantas como animales.
Otros forman capas aislantes de temperatura, se encuentran bajo la piel.
Otros más forman la parte principal de todas las membranas de la célula.
Algunos más actúan como hormonas.
CLASIFICACIÓN DE LOS LÍPIDOS
Los lípidos se clasifican en tres grupos importantes:
Lípidos simples: Aceites, grasas y ceras. Solo contienen carbono, hidrógeno y oxigeno.
Lípidos compuestos: Los fosfolípidos contienen un grupo fosfato (-PO4-) y con frecuencia se agrega otro grupo con nitrógeno.
Derivados de los lípidos: Hormonas, esteroides y vitaminas liposolubles.
DIGESTIÓN GASTROINTESTINAL DE LOS LÍPIDOS
Entre los lípidos que se consumen en la dieta los de más difícil digestión son los triglicéridos. En términos generales, estos empiezan su digestión en el intestino, allí los triglicéridos son atacados por los jugos intestinal pancreático y la bilis.
El jugo pancreático contiene la enzima “lipasa pancreática” cuyo papel es hidrolizar cerca del 40% de los triglicéridos del quimo, desdoblándolos en sus ácidos grasos constitutivos y glicerol (como el medio es alcalino, realmente se forman las sales de los ácidos). También contiene bicarbonato de sodio en cantidad abundante, esta base se combina con el ácido clorhídrico que impregna el quimo proveniente del estomago para neutralizarlo. Las sales biliares también participan activamente en el proceso de absorción de los lípidos.
METABOLISMO DE LOS LÍPIDOS EN EL HÍGADO
Al igual que en el caso de los carbohidratos, el papel del hígado en el metabolismo de los lípidos es de vital importancia. El hígado es capaz de transformar las grasas en sustancias que puedan utilizarse en diversos procesos metabólicos. Algunos de estos son la formación de grasas insaturadas a partir de las saturadas; la síntesis de colesterol, un precursor de hormonas y de otras sustancias que participan en procesos de regulación; la síntesis de fosfolípidos, moléculas estructurales de tejidos y el catabolismo de los ácidos grasos para la obtención de energía.
Uno de los procesos mencionados, más estudiados por la bioquímica, es el catabolismo u oxidación de los ácidos grasos. Este proceso consiste en una cadena de reacciones que conllevan a la degradación periódica de la cadena hidrocarbonada del ácido hasta obtener fragmentos de dos átomos de carbono que son los mismos sustratos del ciclo de Krebs en la oxidación aeróbica de la glucosa. El resultado final es la obtención de una alta cantidad de energía en forma de ATP.
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